sábado, 10 de octubre de 2009
CANCIONERO POPULAR SPIRA
BLOWIN' IN THE WIND
How many roads must a man walk down
before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
How many times must a man look up
before he can see the sky?
Yes, 'n' how many ears must one man have
before he can hear people cry?
Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
that too many people have died?
The answer, my firend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
How many years can a mountain exist
before it's washed to the sea?
Yes, 'n' how many years can some people exist
before they`re allowed to be free?
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
How many roads must a man walk down
before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
How many times must a man look up
before he can see the sky?
Yes, 'n' how many ears must one man have
before he can hear people cry?
Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
that too many people have died?
The answer, my firend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
How many years can a mountain exist
before it's washed to the sea?
Yes, 'n' how many years can some people exist
before they`re allowed to be free?
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.
Blowin´ In The Wind (en español, "Soplando en el viento" o "Flotando en el viento") es una popular canción compuesta por Bob Dylan, la cual se convirtió casi inmediatamente en un clásico de la música norteamericana y también en el mundo entero. Fue incluida en el álbum The Freewheelin' Bob Dylan, editado el 27 de mayo de 1963.Bob Dylan, antes de cantar esta canción solía comentar: “Creo que entre el gran número de criminales que existe, se pueden contar los que vuelven la cara cuando ven el mal y saben que es el mal. Yo no tengo más que veintiún años y sé que se han hecho ya demasiadas guerras; vosotros, los que tenéis más, lo deberíais saber mejor aún. Ahora la mejor forma de responder a las preguntas de la canción, es exponerlas.”
Letra traducida -Blowing In The Wind-
¿Cuántos caminos debe un hombre andar para que lo tengan por hombre?
¿Cuántos mares debe surcar una blanca paloma para poder descansar en la arena?
¿Cuánto tiempo seguirán silbando las balas de cañón antes de ser proscriptas para siempre?
La respuesta mi amigo, esta soplando en el viento.
La respuesta esta soplando en el viento.
¿Cuantas veces ha de mirar un hombre hacia arriba para poder ver el cielo?
¿Cuántos oídos tiene que tener un hombre para oír los lamentos del pueblo?
¿Cuántas muertes mas tendrá que haber para que sepa que ha muerto demasiada gente?¿Cuántos años puede existir una montaña antes de ser arrastrada al mar?
¿Cuántos años puede vivir alguna genteantes de que se les permita ser libres?
¿Cuántas veces puede un hombre volver la cabeza pretendiendo ver lo que no ve?
La respuesta mi amigo, está soplando en el viento,
La respuesta está soplando en el viento.
jueves, 8 de octubre de 2009
ENSAYO
pOR
gUILLERMO cRUZ pONCE
gUILLERMO cRUZ pONCE
En ciudad Neza la palabra “chimeco” evoca un posado reciente, aún vigente y que al paso de los años se convierte en añoranza por aquellos años. Vocablo rebelde al diccionario de la Real Academia de la Lengua y que se entiende por sucio, desaliñado, cochino, etc. Si, y también se le conoce con este nombre al sistema de transporte de camiones del municipio, anteriormente el único autorizado para recorrer los vasos sanguíneos de Nezahualcóyotl y sus alrededores. Un “chimeco nos podía transportar a las colonias La Perla, Chimalhuacán, Maravillas, Esperanza, Evolución, Metropolitana, el Bordo, El Sol o la Estado de México.
Abordar un “chimeco” constituía toda una aventura para poder llegar a nuestro destino, en medio de una naciente ciudad que se gestaba a la brava, sin servicios urbanos básicos y con las promesas políticas muy al estilo del priísmo de ese entonces.
Los “chimecos” recorrían todo el municipio llevando gente, masas humanas que sentadas o de pié sorteaban baches, caminos de tierra y lodo, lluvia y tormentas de arena y polvo. Ya en el camino, uno no podía quejarse, solo quedaba la resignación.
Son las 7:30 de la noche, ahí viene el chimeco, le hago la parada, me cuelgo del estribo, no puedo avanzar más allá, el camión está lleno, hasta su madre. Su motor es como una voz, lo escucho fuerte, molesto, agresivo. No se si es un Rápido de Nezahualcóyotl o un Aviación Civil-Caracol-Vaso de Texcoco, pero da igual. Destino: La Perla
Todos estamos apretados, las caras de cada uno de los pasajeros me son conocidos: obreros, empleados, albañiles y trabajadores en general. Ropa de trabajo que se delata por su olor, sus manchas, por los humores de la mano de obra barata de la gran ciudad de México. La gran mayoría va incómodo, incluso los que tienen la fortuna de ir sentados, hombres o mujeres (aquí no existe diferencia si de agarrar lugar se trata), aquí nadie es más que el otro, nadie tiene privilegios. Nos urge llegar. El chofer permite entonces el ascenso del pasaje por la puerta trasera. No trae cobrador. La música nos acompaña durante todo el trayecto. Escucho Radio AI “Cascabelera” y la “cumbia de los pobres”. Su letra invita a la reflexión expres y aun silencio obligado…”tu vida está rodeada de pobreza, no tengas miedo, no tengas vergüenza…”. El silencio pudiera ser lapidario, sin embargo la manera de conducir del chofer nos obliga a despertar, a reconocer la calle que atravesamos, a estar pendientes de nuestras carteras. El operador nos dice que nos recorramos para atrás, que allí está vacío (¿?). Entonces una señora intenta bajar, grita ¡Bajan, aquí bajo!
Apenas puede, trae consigo dos cubetas, una canasta y a un infante de no más de cinco años; una de sus cubetas se atora con la mochila de un pasajero y empiezan las mentadas de madre entre ambas partes.
El chofer sin la más mínima preocupación pasa de largo tres topes, seguramente también desea llegar rápido, pero no es así; otro “chimeco” de la misma ruta lo rebasa, se le cierra, levanta pasaje. Entonces el camión donde circulo lo rebasa ahora. Algún pasajero anónimo le grita al conductor “pinche güey no trais animales pendejo...”. El operador responde haciendo alto total a la unidad e inquiere “pus si quiere comodida tome su taxi”. El ambiente se tensa pero finalmente todo se tranquiliza al llegar a un semáforo. Bajan muchos y por fin puedo avanzar a la parte de en medio.
Todavía falta, pienso, apenas estamos en la Texcoco. La luz interior del camión es roja, como los tugurios. Para bajar solo debo jalar un cordón y el chofer se detendrá (a medias o totalmente). Para sortear todos estos peligros me detengo de un tubo y de la canastilla portabultos. Casi no veo, es de noche y los cristales de las ventanas están polarizados. Al frente, el chofer instalado cual cabina de avión, esta rodeado de una serie de fetiches que llaman mi atención: un crucifijo de madera al centro del parabrisas e iluminado por una tenue luz morada y un florero con claveles rojos y blancos. Coronando el parabrisas un largísimo espejo retrovisor biselado y grabado, donde el chofer puede ver todo el interior del camión, todo. Arriba del parabrisas encontramos una cortina ondulada y de olanes en terciopelo rojo con flecos dorados y que en medio, donde esta el crucifijo, se abre para magnificar esta imagen y la fe de cada uno de nosotros, hijos de Eva. También veo un foco que ilumina el estribo en color morado, o sea un viejo frasco de crema Nivea en función de pantalla. La palanca de velocidades es grande, como lo es la imagen en 360° de la Virgen de Guadalupe, madrecita santa venerada por todos los mexicanos. Al extremo izquierdo del chofer , diviso un compartimiento de madera con una breve colección de botellitas de alcohol de todas las marcas. Presidente, Don Pedro, Bobadilla, Sauza, Etiqueta Negra, Bacardi Añejo, etc. Supongo que su función es la de proveer de calorías al conductor en momentos aciagos y que por lo visto son constantes, ¡Salud!.
También me percato de una cadena cromada que el operador jala a cada instante (por supuesto, es el claxon) y que lo activa para avisarnos que allí está, que su destino es el que está señalado al frente y con marcador blanco en el parabrisas.
Claro, también suena el claxon a la menor provocación de algún irreverente o de plano para mentar madres, así de fácil. También llama la atención la antena descomunal que recorre la unidad de frente hacia atrás y que remata con una mascada en tela vaporosa y se adorna con muchas, pero muchas pelotas de esponja. Las luces de navegación están repintadas en colores verde y amarillo.
Si, aquí estoy, y a punto de llegar, a mi destino final, sabiendo que mañana , muy temprano, nuevamente abordaré esta u otra unidad que está a mi servicio. Reflexiono algunos textos escritos en su interior: la bajada es por atrás, no escupir, no seas (dibujo de un cerdito), toque el timbre fuerte, oigo Radio Mil. Este es un breve recorrido por el chimeco nuestro de todos los días. Amen
México D. F., agosto-diciembre del 2003
Abordar un “chimeco” constituía toda una aventura para poder llegar a nuestro destino, en medio de una naciente ciudad que se gestaba a la brava, sin servicios urbanos básicos y con las promesas políticas muy al estilo del priísmo de ese entonces.
Los “chimecos” recorrían todo el municipio llevando gente, masas humanas que sentadas o de pié sorteaban baches, caminos de tierra y lodo, lluvia y tormentas de arena y polvo. Ya en el camino, uno no podía quejarse, solo quedaba la resignación.
Son las 7:30 de la noche, ahí viene el chimeco, le hago la parada, me cuelgo del estribo, no puedo avanzar más allá, el camión está lleno, hasta su madre. Su motor es como una voz, lo escucho fuerte, molesto, agresivo. No se si es un Rápido de Nezahualcóyotl o un Aviación Civil-Caracol-Vaso de Texcoco, pero da igual. Destino: La Perla
Todos estamos apretados, las caras de cada uno de los pasajeros me son conocidos: obreros, empleados, albañiles y trabajadores en general. Ropa de trabajo que se delata por su olor, sus manchas, por los humores de la mano de obra barata de la gran ciudad de México. La gran mayoría va incómodo, incluso los que tienen la fortuna de ir sentados, hombres o mujeres (aquí no existe diferencia si de agarrar lugar se trata), aquí nadie es más que el otro, nadie tiene privilegios. Nos urge llegar. El chofer permite entonces el ascenso del pasaje por la puerta trasera. No trae cobrador. La música nos acompaña durante todo el trayecto. Escucho Radio AI “Cascabelera” y la “cumbia de los pobres”. Su letra invita a la reflexión expres y aun silencio obligado…”tu vida está rodeada de pobreza, no tengas miedo, no tengas vergüenza…”. El silencio pudiera ser lapidario, sin embargo la manera de conducir del chofer nos obliga a despertar, a reconocer la calle que atravesamos, a estar pendientes de nuestras carteras. El operador nos dice que nos recorramos para atrás, que allí está vacío (¿?). Entonces una señora intenta bajar, grita ¡Bajan, aquí bajo!
Apenas puede, trae consigo dos cubetas, una canasta y a un infante de no más de cinco años; una de sus cubetas se atora con la mochila de un pasajero y empiezan las mentadas de madre entre ambas partes.
El chofer sin la más mínima preocupación pasa de largo tres topes, seguramente también desea llegar rápido, pero no es así; otro “chimeco” de la misma ruta lo rebasa, se le cierra, levanta pasaje. Entonces el camión donde circulo lo rebasa ahora. Algún pasajero anónimo le grita al conductor “pinche güey no trais animales pendejo...”. El operador responde haciendo alto total a la unidad e inquiere “pus si quiere comodida tome su taxi”. El ambiente se tensa pero finalmente todo se tranquiliza al llegar a un semáforo. Bajan muchos y por fin puedo avanzar a la parte de en medio.
Todavía falta, pienso, apenas estamos en la Texcoco. La luz interior del camión es roja, como los tugurios. Para bajar solo debo jalar un cordón y el chofer se detendrá (a medias o totalmente). Para sortear todos estos peligros me detengo de un tubo y de la canastilla portabultos. Casi no veo, es de noche y los cristales de las ventanas están polarizados. Al frente, el chofer instalado cual cabina de avión, esta rodeado de una serie de fetiches que llaman mi atención: un crucifijo de madera al centro del parabrisas e iluminado por una tenue luz morada y un florero con claveles rojos y blancos. Coronando el parabrisas un largísimo espejo retrovisor biselado y grabado, donde el chofer puede ver todo el interior del camión, todo. Arriba del parabrisas encontramos una cortina ondulada y de olanes en terciopelo rojo con flecos dorados y que en medio, donde esta el crucifijo, se abre para magnificar esta imagen y la fe de cada uno de nosotros, hijos de Eva. También veo un foco que ilumina el estribo en color morado, o sea un viejo frasco de crema Nivea en función de pantalla. La palanca de velocidades es grande, como lo es la imagen en 360° de la Virgen de Guadalupe, madrecita santa venerada por todos los mexicanos. Al extremo izquierdo del chofer , diviso un compartimiento de madera con una breve colección de botellitas de alcohol de todas las marcas. Presidente, Don Pedro, Bobadilla, Sauza, Etiqueta Negra, Bacardi Añejo, etc. Supongo que su función es la de proveer de calorías al conductor en momentos aciagos y que por lo visto son constantes, ¡Salud!.
También me percato de una cadena cromada que el operador jala a cada instante (por supuesto, es el claxon) y que lo activa para avisarnos que allí está, que su destino es el que está señalado al frente y con marcador blanco en el parabrisas.
Claro, también suena el claxon a la menor provocación de algún irreverente o de plano para mentar madres, así de fácil. También llama la atención la antena descomunal que recorre la unidad de frente hacia atrás y que remata con una mascada en tela vaporosa y se adorna con muchas, pero muchas pelotas de esponja. Las luces de navegación están repintadas en colores verde y amarillo.
Si, aquí estoy, y a punto de llegar, a mi destino final, sabiendo que mañana , muy temprano, nuevamente abordaré esta u otra unidad que está a mi servicio. Reflexiono algunos textos escritos en su interior: la bajada es por atrás, no escupir, no seas (dibujo de un cerdito), toque el timbre fuerte, oigo Radio Mil. Este es un breve recorrido por el chimeco nuestro de todos los días. Amen
México D. F., agosto-diciembre del 2003
MONSTRUARIO I
"AQUI EN LA TIERRA COMO EN EL INFIERNO"
dIBUJO DE guiLLERMo aLVAreZ sOTO / Tinta sobre papel
Los Héroes, Ixtapaluca, Estado de México, 2003
Los mounstros son un reflejo de nuestra personalidad, de nuestros deseos más reprimidos, de nuestros miedos, aspiraciones y arquetipos de vida. En ellos no hay nada malo, nada que se esconda a la orden involuntaria de su creador, al trazo fino, sugerente, al rostro desgarrado y censurado por la historia, por nuestros prejuicios, por nuestros valores y antivalores que se mezclan y confunden, creando un espejo involuntario de nuestra colectividad.
Por eso hemos decidido mostrarnos como somos realmente. Ojalá que este espejo nos permita revisarnos individualmente y como sociedad y así poder explicarnos más de los por qués de este caótico mundo donde habitamos tu y yo
Por eso hemos decidido mostrarnos como somos realmente. Ojalá que este espejo nos permita revisarnos individualmente y como sociedad y así poder explicarnos más de los por qués de este caótico mundo donde habitamos tu y yo
Guillermo Cruz
LINEAS Y TRAZOS
martes, 6 de octubre de 2009
CHACHAREARTE
El Tianguis de San Juan
Por El Costra (Ciuda Neza)
Es como un vicio, como algo inevitable. Es esperar a que llegue el domingo para, desde muy temprano, iniciar el peregrinaje. Casi siempre llegamos crudos, a veces todavía pedos. Al principio iba por acompañar a la banda. Ahora voy solo, por amor al arte, por encontrar una oportunidad, por descubrir, por adquirir lo que no se puede comprar en tiempos de crisis. Aquí uno puede encontrar de todo. Su procedencia: incierta. Pero eso que importa (bueno, eso digo yo). Aquí he comprado un buen de cosas de marca: mis lentes Ray Ban, mis tenis Converse, mis pantos Levis, mi reloj Mido, mi cinto D & G y harta ropa de primera (la del cocodrilito ese, ¿Cómo se llama?... ¡Ah, si, Lacoste!). ¿Cuánto me hubiera gastado si esto lo hubiese comprado en alguna tienda de esas que dicen son de prestigio?. Claro, no es lo mismo. Aquí uno se confunde. Aquí no eres más que aquel. Aquí tu dinero vale lo mismo que el de allá, ese que va caminando… En este tianguis he encontrado todo. Hasta el amor. La morrita con la que ando es de aquí, de la Carmelo Pérez. Esto del tianguis está bien, aunque uno se debe andar con cuidado, ya sabes, la rata huele y te llega de jalón.
En ocasiones también le hago al vendedor aquí. Hace unas semanas todavía vendía discos piratas, de a quince y de a treinta los serigrafiados. Me surtía en tepis y por una mínima cuota me dejaban vender. Si sale, pero no es lo mismo vender que acá, divisar, chacharear, buscar hasta encontrar algo bueno. Digo, si lo hice fue por necesidad, ya sabes, la mala racha, pero bendito sea Dios que ya pasó. De esas veces que no se te da nada, que por más que le buscas no se te hace. Pero eso ya pasó. Ayer volví a lo mío, al arte de chacharear. Con lo poquito que llevaba me hice de buenas cosas, es cuestión de buscar y buscarle bien.
En alguna ocasión me encontré a los compas de la Tepozanes, pura banda pesada, y va, que me invitan un trago de chela. Estábamos hablando de ondas muy densas. El Cocoliso nos parlaba sobre lo importante que es leer. A el le gustaba la lectura, siempre con sus libros bajo el brazo. En su cuarto siempre hay un chingo de libros y posters de exposiciones, del Ché Guevara y por ahí uno de Maribel Guardia. Decía que ella era su musa inspiradora para escribir (ah, también escribía). Ese día nos recitó de memoria unas líneas dedicadas a la historia de la mujer. Ya ni me acuerdo que pex con lo que decía. Que si la forma y el fondo, la rima y que los sonetos son su especialidad. La plática estaba chida, allí, en pleno tianguis, junto al puesto del Igor, quien vende armazones, plumas, puros, y demás mamaditas. En eso que llega el Miguel, un cuate que organiza peleas de perros. Llevábamos ya ocho caguamas y que me dicen, Costra, invítate las oxtras, ¿No?. Va, tenía varo y que las pongo. Estábamos el recién llegado Miguel, el Cocoliso, el Woody (otro güey dizque intelectual), su vieja la Malecha (ella vende lociones gabachas en el puesto de al lado), el Tira (un güey que según es afi) y su seguro servilleta. Chupe y chupe todos, en buena onda hasta que se le alocó al Miguel. Ya se quería agarrar a madrazos con el Tira. Que paramos la bronca y ahí acabó la plática, ya todos a medios chiles. Entonces que le digo al Woody y al Cocoliso que la siguiéramos en mi cantón (yo vivo en la Evolución) y va. Que se hace, pero primero, eso si les avisé, déjenme ir por mi ruca que estaba chachareando al fondo, allá, antes de llegar a la Riva. Ella estaba buscando ropa y cosas de viejas, ya sabes. Se peinó mi señora mano. –Si, ya vas a empezar de briago y al rato que…
-Aguante reina, nomás estamos un rato y ya le paramos. ¡Qué se enputa!. Se largó y me dejó hablando a solas. En fin, si se enojó, que se encontente, ¿No?.
Noviembre del 2006
Por El Costra (Ciuda Neza)
Es como un vicio, como algo inevitable. Es esperar a que llegue el domingo para, desde muy temprano, iniciar el peregrinaje. Casi siempre llegamos crudos, a veces todavía pedos. Al principio iba por acompañar a la banda. Ahora voy solo, por amor al arte, por encontrar una oportunidad, por descubrir, por adquirir lo que no se puede comprar en tiempos de crisis. Aquí uno puede encontrar de todo. Su procedencia: incierta. Pero eso que importa (bueno, eso digo yo). Aquí he comprado un buen de cosas de marca: mis lentes Ray Ban, mis tenis Converse, mis pantos Levis, mi reloj Mido, mi cinto D & G y harta ropa de primera (la del cocodrilito ese, ¿Cómo se llama?... ¡Ah, si, Lacoste!). ¿Cuánto me hubiera gastado si esto lo hubiese comprado en alguna tienda de esas que dicen son de prestigio?. Claro, no es lo mismo. Aquí uno se confunde. Aquí no eres más que aquel. Aquí tu dinero vale lo mismo que el de allá, ese que va caminando… En este tianguis he encontrado todo. Hasta el amor. La morrita con la que ando es de aquí, de la Carmelo Pérez. Esto del tianguis está bien, aunque uno se debe andar con cuidado, ya sabes, la rata huele y te llega de jalón.
En ocasiones también le hago al vendedor aquí. Hace unas semanas todavía vendía discos piratas, de a quince y de a treinta los serigrafiados. Me surtía en tepis y por una mínima cuota me dejaban vender. Si sale, pero no es lo mismo vender que acá, divisar, chacharear, buscar hasta encontrar algo bueno. Digo, si lo hice fue por necesidad, ya sabes, la mala racha, pero bendito sea Dios que ya pasó. De esas veces que no se te da nada, que por más que le buscas no se te hace. Pero eso ya pasó. Ayer volví a lo mío, al arte de chacharear. Con lo poquito que llevaba me hice de buenas cosas, es cuestión de buscar y buscarle bien.
En alguna ocasión me encontré a los compas de la Tepozanes, pura banda pesada, y va, que me invitan un trago de chela. Estábamos hablando de ondas muy densas. El Cocoliso nos parlaba sobre lo importante que es leer. A el le gustaba la lectura, siempre con sus libros bajo el brazo. En su cuarto siempre hay un chingo de libros y posters de exposiciones, del Ché Guevara y por ahí uno de Maribel Guardia. Decía que ella era su musa inspiradora para escribir (ah, también escribía). Ese día nos recitó de memoria unas líneas dedicadas a la historia de la mujer. Ya ni me acuerdo que pex con lo que decía. Que si la forma y el fondo, la rima y que los sonetos son su especialidad. La plática estaba chida, allí, en pleno tianguis, junto al puesto del Igor, quien vende armazones, plumas, puros, y demás mamaditas. En eso que llega el Miguel, un cuate que organiza peleas de perros. Llevábamos ya ocho caguamas y que me dicen, Costra, invítate las oxtras, ¿No?. Va, tenía varo y que las pongo. Estábamos el recién llegado Miguel, el Cocoliso, el Woody (otro güey dizque intelectual), su vieja la Malecha (ella vende lociones gabachas en el puesto de al lado), el Tira (un güey que según es afi) y su seguro servilleta. Chupe y chupe todos, en buena onda hasta que se le alocó al Miguel. Ya se quería agarrar a madrazos con el Tira. Que paramos la bronca y ahí acabó la plática, ya todos a medios chiles. Entonces que le digo al Woody y al Cocoliso que la siguiéramos en mi cantón (yo vivo en la Evolución) y va. Que se hace, pero primero, eso si les avisé, déjenme ir por mi ruca que estaba chachareando al fondo, allá, antes de llegar a la Riva. Ella estaba buscando ropa y cosas de viejas, ya sabes. Se peinó mi señora mano. –Si, ya vas a empezar de briago y al rato que…
-Aguante reina, nomás estamos un rato y ya le paramos. ¡Qué se enputa!. Se largó y me dejó hablando a solas. En fin, si se enojó, que se encontente, ¿No?.
Noviembre del 2006
LAS TENTACIONES DE ASMODEO
Esto es rico de contarlo, ya no tengo lo de antes, enojo y rabia. Esto ya es historia, como ese culito bien porno de mi ex mujer y el de la muy puta de mi rucona tía de 55 años, de quien ahora hablaré primero. Ni modo, así pasa y solo a mi tía se le pudo ocurrir grabar en video la historia prohibida de sus fantasías. Ella es muy porno, una señora con clase, de las Lomas, siempre bien vestida, ya sabes, ropa Chanel, perfume Carolina Herrera, bolso de Dior y accesorios Prada, todo de excelente buen gusto. Aquí en México compraba en las boutiques Maria Isabel o de plano se iba de shopping a New York. En fin. Estábamos en lo putas que eran ambas, mi tía y mi ex, y es que por mera casualidad mi prima descubrió un video sin nombre… ¡Cual sería su sorpresa!. Mi tía es casada, pero mi tío (su esposo), ni en cuenta de los quereres y haceres de su puta esposa. Por cierto, en alguna ocasión, su hija, o sea mi prima Giovanna, nos fajamos a eso de las 2 de la madrugada., bien pedos los dos……. Ella me enseño sus tetas, así nomás, mientras yo sacaba del refri un six de chelas, en plena cocina. De repente me dijo que no podía más, que le gustaba (ella a mi también, güerita, buenona, medio chichona, rica en pocas palabras). Entonces me pidió que le mamara las tetas. De aquí en adelante todo fue coger y coger, aunque en alguna ocasión me confesó que sospechaba algo raro de su mamá, mi tía. Yo desde hacía mucho ya imaginaba algo (¡?) de ella; digo, una señora tan popis, con ese culote bien parado, chichona, con lana y con clase, no podía estar atenida al imbécil paralítico de mi tío Gonzalo. Era obvio, mi tía Malala mantenía relaciones con quien sabe quien. Cuando Giovanna me prestó el video, pude comprobar todo lo anterior: cuatro horas de porno casero, mamadas, venidas, masturbación, relaciones lésbicas con su mejor amiga, puras guarradas XXX, cogiendo en varios cuartuchos, quizá de algún chipen o del amante en turno, a veces con dos güeyes, trios, sometimientos, etc., etc., etc..
Giovanna había descubierto por mera casualidad dicho material, cuando por olvido la muy pendeja de mi tía dejó abierto su vestidor privado. Giovanna buscaba una prenda muy “in” para ese día (su fiesta de graduación) y al ver el closet con la llave pegada decidió buscar, hasta que se encontró con un video VHS si título, detrás de la sección de abrigos de su madre. Después de semejante hallazgo lo único que hizo fue llorar y acto seguido hablarme por teléfono para que urgentemente fuera a verla. Estaba hecha una fiera, pataleaba de rabia, de tristeza, de impotencia, de dolor, de angustia, de madre y media. Quería acusarla con su padre Gonzalo, ante lo cual pude persuadirla de que eso era un error, gravísimo error. Por fin la convencí abrazándola fuertemente y suplicándole que sacara una copia a la llave del closet y que lo tomara con calma (Que estúpido, ¿no?). Le dije que su madre era libre de coger con quien fuese y que su vida era de ella, solo de ella. De mi tío Gonzalo no hablamos nada, ¿Para qué?. El señor padecía una parálisis de medio cuerpo y era un cadáver viviente.
En un intento mayúsculo para que no se le ocurriera hablar de más, comparé la relación que sosteníamos ella y yo, al fin y al cabo primos consanguíneos. No está bien, ¿Verdad?. Pues igual tu mamá, le decía yo. Sin embargo a Giovanna, en el fondo, le importaba un pepino con quién cogía Malala. Le dolía el engaño a su padre, al buen Gonzalo, hombre muy probo, honorable y de principios y que seguramente también se imaginaba que su mujercita era toda una experta en las artes amatorias y mamatorias, sin duda.
Todo esta era y sigue siendo la muy puerca de mi tía, hasta que en una ocasión, aprovechando la salida de mi tíos al rancho de Hidalgo, pude disfrutar completamente de las fantasías vertidas en ese video prohibido. Eran de risa, y sin embargo me excitaban. Ahí me ves gozando de las cogidas que le propinaban a la tía Malala. Yo sudaba al máximo y después de tremenda erección (debe de decirles que estoy muy bien, calzo grande según me dicen), no me contenía más. Los gritos de Malala me prendían. Ella gritaba ¡Más! Y más le daban. Llegué a contar cinco orgasmos seguidos. ¡Que aguante!. Así se las gastaba la puta de mi tía. Todo se convirtió en un self servis ritus. Jalármela de a diario y disfrutar del video a solas (obviamente saqué una copia y el original supongo aún lo conserva la tía). Para ese entonces aún no había conocido a Birna, mi actual esposa. Todas las noche esperaba ansioso la llegada de Giovanna para llevármela a mi alcoba y cogérmela de una y mil formas. La acostaba, la tiraba, le levantaba las piernas, se me subía, me le subía, la nalgueaba, la mordía, y bueno, como les decía en un principio, todo era coger y coger, hasta que un mal día (maldito 8 de marzo, aún lo recuerdo), cogíamos muy sabroso y que prendo la video y el televisor. Quería fornicar al estilo de mi tía viendo las imágenes juntos. Giovanna se puso histérica (en si ya lo estaba) y se me abalanzó hecha un animal salvaje. Me juró que jamás se volvería a acostar conmigo, que yo era un depravado enfermo y que en mi vida volviera a dirigirle la palabra. En la madre, la había cagado, aunque aún no concibo sus entupidas palabras que me recetó. Si ella y yo habíamos hecho cosas peores, como meterle la mano con puño y todo, u orinarla en la cara y en sus tetas mientras ella solita se metía el dedo, o tragarse todo mi semen en cada eyaculación externa que teníamos. ¿Por qué se asustaba entonces?, digo… malo que le propusiese que cogiéramos los tres, eso si sería muy poca madre, o… ¿Será posible esto algún día?, ¿Se imaginan…?
Giovanna había descubierto por mera casualidad dicho material, cuando por olvido la muy pendeja de mi tía dejó abierto su vestidor privado. Giovanna buscaba una prenda muy “in” para ese día (su fiesta de graduación) y al ver el closet con la llave pegada decidió buscar, hasta que se encontró con un video VHS si título, detrás de la sección de abrigos de su madre. Después de semejante hallazgo lo único que hizo fue llorar y acto seguido hablarme por teléfono para que urgentemente fuera a verla. Estaba hecha una fiera, pataleaba de rabia, de tristeza, de impotencia, de dolor, de angustia, de madre y media. Quería acusarla con su padre Gonzalo, ante lo cual pude persuadirla de que eso era un error, gravísimo error. Por fin la convencí abrazándola fuertemente y suplicándole que sacara una copia a la llave del closet y que lo tomara con calma (Que estúpido, ¿no?). Le dije que su madre era libre de coger con quien fuese y que su vida era de ella, solo de ella. De mi tío Gonzalo no hablamos nada, ¿Para qué?. El señor padecía una parálisis de medio cuerpo y era un cadáver viviente.
En un intento mayúsculo para que no se le ocurriera hablar de más, comparé la relación que sosteníamos ella y yo, al fin y al cabo primos consanguíneos. No está bien, ¿Verdad?. Pues igual tu mamá, le decía yo. Sin embargo a Giovanna, en el fondo, le importaba un pepino con quién cogía Malala. Le dolía el engaño a su padre, al buen Gonzalo, hombre muy probo, honorable y de principios y que seguramente también se imaginaba que su mujercita era toda una experta en las artes amatorias y mamatorias, sin duda.
Todo esta era y sigue siendo la muy puerca de mi tía, hasta que en una ocasión, aprovechando la salida de mi tíos al rancho de Hidalgo, pude disfrutar completamente de las fantasías vertidas en ese video prohibido. Eran de risa, y sin embargo me excitaban. Ahí me ves gozando de las cogidas que le propinaban a la tía Malala. Yo sudaba al máximo y después de tremenda erección (debe de decirles que estoy muy bien, calzo grande según me dicen), no me contenía más. Los gritos de Malala me prendían. Ella gritaba ¡Más! Y más le daban. Llegué a contar cinco orgasmos seguidos. ¡Que aguante!. Así se las gastaba la puta de mi tía. Todo se convirtió en un self servis ritus. Jalármela de a diario y disfrutar del video a solas (obviamente saqué una copia y el original supongo aún lo conserva la tía). Para ese entonces aún no había conocido a Birna, mi actual esposa. Todas las noche esperaba ansioso la llegada de Giovanna para llevármela a mi alcoba y cogérmela de una y mil formas. La acostaba, la tiraba, le levantaba las piernas, se me subía, me le subía, la nalgueaba, la mordía, y bueno, como les decía en un principio, todo era coger y coger, hasta que un mal día (maldito 8 de marzo, aún lo recuerdo), cogíamos muy sabroso y que prendo la video y el televisor. Quería fornicar al estilo de mi tía viendo las imágenes juntos. Giovanna se puso histérica (en si ya lo estaba) y se me abalanzó hecha un animal salvaje. Me juró que jamás se volvería a acostar conmigo, que yo era un depravado enfermo y que en mi vida volviera a dirigirle la palabra. En la madre, la había cagado, aunque aún no concibo sus entupidas palabras que me recetó. Si ella y yo habíamos hecho cosas peores, como meterle la mano con puño y todo, u orinarla en la cara y en sus tetas mientras ella solita se metía el dedo, o tragarse todo mi semen en cada eyaculación externa que teníamos. ¿Por qué se asustaba entonces?, digo… malo que le propusiese que cogiéramos los tres, eso si sería muy poca madre, o… ¿Será posible esto algún día?, ¿Se imaginan…?
Tecamachalco, Septiembre del 2003
GARGANTA PROFUNDA (Crónicas de una puta)
No me latió hacerlo contigo
Escrito por Pocahontas (Ciudad de México)
Toco madera, ni madres que me cogiste. Yo te cogí a ti cabrón. ¿Sabes?, me diste asco, te hice creer que cogías chido, acá, pero nel, pinche mono de mierda, ni siquiera moverla sabes. ¿Que…?, creías que con un faje iba a caer a tus pies, ¿No?. Estás pendejo culero, ni madres, si me dejé fue porque así lo decidí. Pinche risa que me dio tu pitito de niño puberto güey, todo puñeteado y ni se te paraba bien… o al menos que sea modelo siglo veintidos, ¿no?. Cuando me pediste que te la mamara estuve a punto de carcajearme y mearme de la risa. ¿mamar esa chingaderita?, no piches mames, pero te hice sentir bien, por mi no quedó, aunque la neta si me dio asco, te olía a madres y ni limpio lo tenias güey, todo ceboso y me cae que nomás si no me vomité fué por no echar a perder la onda güey.
Es que no chingues, ni se te paró bien, por más que te lo mamaba y te chupaba los huevos cabrón, nomás ni madres. Hasta pensé que eras puto, no mames. Lo único que si me latió fue que te vinieras en mi boca, pinche güey, te vienes un chingo. Cuando me los echaste calientitos sentí chido, me los embarraste en toda la cara y se siente chido, aunque los tengas chiquito güey. Pero si lávatelo, no mames. También me latió que me metieras el dedo por el culo güey, ¡qué rico!, y es que no chingues, no sentía nada güey. Al chile pensaba en otro cabrón ¿no?, pensaba en el paco, ese güey la tiene bien grande, se la mamo un chinguero y se viene de a madres.
La última vez se vino cinco veces güey. Se siente bien chido, ¿Y tú?, no mames. Pero la neta si te falta, no te mueves, no lo haces acá. La neta no lo volvería a hacer contigo, aunque te vengas en mi jeta, nel. Puras fallas. ¿Apoco no te gustó?...¿O no me muevo bien acá?. Además no salías de una sola posición, nel, hay que ser versátil. Apoco no sabes que las mujeres también sentimos. Pus si güey, igual o más que ustedes, también nos venimos… ¿Y ustedes qué?, ustedes solo creen que nomás viniéndose… ya, ¿No?, pues nel güey, también sentimos orgasmos, hasta el fondo, hasta que nos sentimos chidas, pero la mayoría de los hombres son así, nomás te cogen, acaban, se limpian y ya, y qué, todo porque una se entrega y acá, el faje, unos chivos, se bajan y luego al guayabo, ¿No?. Por esos te decía güey, toco madera y nel, al chile no la gocé contigo, nel, no la haces, no me latió hacerlo contigo.
Cd. de México, Marzo del 2003
CRONICAS DE BARRIO
La tele no me pasa
Por El Chacho de Ecatepunk
¿POR QUE DEBO ENCENDER LA TELEVISION Y VER LA ACADEMIA O AL TEACHER LOPEZ DORIGA?. ¿ SERA QUE SOY UN PINCHE REBELDE SIN CAUSA? ¿NO ME HACE GRACIA ADAL RAMONES NI LE CREO A BROZO. TAMPOCO SOPORTO EL BIG BROTHER NI NINGUN REALITY SHOW. A VECES CREO QUE SOY UN INADAPTADO Y QUE VALE MADRES. LOS SIMPSON SON UNA CULERA COPIA DE LOS GRINGOS Y QUE SOLITOS SE RIEN DE SUS ESTUPIDECES. TAMPOCO ME GUSTA MTV Y MUCHO MENOS LOS OUSBORNES. SON PATETICOS. NO CAPIZCO A BELINDA, NI A JULIETA VENEGAS.
NO ME LATE COMPRAR EN EL PALACIO DE HIERRO (ES MAS NI LO CONOZCO) NI REGALAR NI MADRES EN DICIEMBRE. SERA QUE LA ANARQUIA ES PASAJERA O QUE ASI SERA TODA MI PINCHE VIDA. NO VEO EL FUT LOS DOMINGOS Y EL SUPERBOWL ME DAN GÜEVA, COMO TAMBIEN LAS PUTAS CARICATURAS DEL CINCO O DEL CARTOON NETWORK. POR MI QUE SE ACABE LA PINCHE CAJA IDIOTA, ¡DE VERAS QUE ME DA NAUSEAS!.
¡ORALE CON LOS CANALES RELIGIOSOS!, O LAS PENDEJAS PELICULAS DE LIBERTAD LAMARQUE Y PEDRO INFANTE. CHALE CON ELLAS. POR ESO, AL CHILE NO ME PASA LA TELEVISION, NOMAS TE ADOCTRINA, TE APENDEJA O SI NO, NOMAS CAPEA EL PEDO, PRENDELE Y CAMBIALE, ¿O NO?. LAS COMEDIAS DEL DOS SON PURAS ESTUPIDECES, PURAS MADRES, PURO ENGAÑO, NO ES REAL
¿Y QUE ME DICES DE LAS PELICULAS, DE LAS STARS WARS?, PURA MAMADA. ¿Y LOS DOMINGOS QUE?. PUES PAN CON LO MISMO, DE SU PINCHE FUTBOL LA TELE NO SALE. IRA A ESOS GÜEYES DEL AMERICA Y DE LAS CHIVAS, SE ROMPEN SU MADRE A LO PENDEJO AFUERA DEL ESTADIO.
YO CREO QUE POR ESO SOY COMO SOY. NO ME DEJO GUIAR A LO PENDEJO ¿NO?, AL CHILE
Y SI NO, MIRA COMO ESTA LA PINCHE SOCIEDAD DE CULERA.
PINCHES RICOS NOMAS EXPLOTAN AL POBRE Y AL JODIDO. IRA, TU NOMAS AL TIRO, SIN HACER IRIS… LA MAMADA ESA DE QUIEN TIENE ESTRELLA. ¿POR QUE NO INVITAN A LA BANDA, A LOS NIÑOS DE LA CALLE, A LAS PUTAS, A LOS INDIGENTES?. ¿NO VERDAD?. LA NETA LE SACAN. NO SON VENDIBLES, ¿A POCO NO?. Y QUE ME DICES DE LA MAMADA ESA DE BUSCANDO A LA NUEVA BANDA TIMBIRICHE. ¡HOY’SA MAMADA…!
NO, SI LA TELE AL IGUAL QUE LA PINCHE VIDA ESTA DE SU PUTA MADRE. CADA QUIEN SE AGARRA A SU PENDEJO. A VER…POR QUE NO SALE MUSICA CHIDA, ACA, PUNK O ALTERNATIVA O DARK…
NI HABLAR DE LOS GAYS O DE LOS NEGROS.
PURO PINCHE RACISMO. LA NETA, POR ESO NO VEO TELE, NEL, ME ABURRE, MEJOR PREFIRO LA MUSICA, ACA CON LA BANDA
Ecatepec, Estado de México, noviembre, 2007
NO ME LATE COMPRAR EN EL PALACIO DE HIERRO (ES MAS NI LO CONOZCO) NI REGALAR NI MADRES EN DICIEMBRE. SERA QUE LA ANARQUIA ES PASAJERA O QUE ASI SERA TODA MI PINCHE VIDA. NO VEO EL FUT LOS DOMINGOS Y EL SUPERBOWL ME DAN GÜEVA, COMO TAMBIEN LAS PUTAS CARICATURAS DEL CINCO O DEL CARTOON NETWORK. POR MI QUE SE ACABE LA PINCHE CAJA IDIOTA, ¡DE VERAS QUE ME DA NAUSEAS!.
¡ORALE CON LOS CANALES RELIGIOSOS!, O LAS PENDEJAS PELICULAS DE LIBERTAD LAMARQUE Y PEDRO INFANTE. CHALE CON ELLAS. POR ESO, AL CHILE NO ME PASA LA TELEVISION, NOMAS TE ADOCTRINA, TE APENDEJA O SI NO, NOMAS CAPEA EL PEDO, PRENDELE Y CAMBIALE, ¿O NO?. LAS COMEDIAS DEL DOS SON PURAS ESTUPIDECES, PURAS MADRES, PURO ENGAÑO, NO ES REAL
¿Y QUE ME DICES DE LAS PELICULAS, DE LAS STARS WARS?, PURA MAMADA. ¿Y LOS DOMINGOS QUE?. PUES PAN CON LO MISMO, DE SU PINCHE FUTBOL LA TELE NO SALE. IRA A ESOS GÜEYES DEL AMERICA Y DE LAS CHIVAS, SE ROMPEN SU MADRE A LO PENDEJO AFUERA DEL ESTADIO.
YO CREO QUE POR ESO SOY COMO SOY. NO ME DEJO GUIAR A LO PENDEJO ¿NO?, AL CHILE
Y SI NO, MIRA COMO ESTA LA PINCHE SOCIEDAD DE CULERA.
PINCHES RICOS NOMAS EXPLOTAN AL POBRE Y AL JODIDO. IRA, TU NOMAS AL TIRO, SIN HACER IRIS… LA MAMADA ESA DE QUIEN TIENE ESTRELLA. ¿POR QUE NO INVITAN A LA BANDA, A LOS NIÑOS DE LA CALLE, A LAS PUTAS, A LOS INDIGENTES?. ¿NO VERDAD?. LA NETA LE SACAN. NO SON VENDIBLES, ¿A POCO NO?. Y QUE ME DICES DE LA MAMADA ESA DE BUSCANDO A LA NUEVA BANDA TIMBIRICHE. ¡HOY’SA MAMADA…!
NO, SI LA TELE AL IGUAL QUE LA PINCHE VIDA ESTA DE SU PUTA MADRE. CADA QUIEN SE AGARRA A SU PENDEJO. A VER…POR QUE NO SALE MUSICA CHIDA, ACA, PUNK O ALTERNATIVA O DARK…
NI HABLAR DE LOS GAYS O DE LOS NEGROS.
PURO PINCHE RACISMO. LA NETA, POR ESO NO VEO TELE, NEL, ME ABURRE, MEJOR PREFIRO LA MUSICA, ACA CON LA BANDA
Ecatepec, Estado de México, noviembre, 2007
A TU RECUERDO I
Escrito por "Por quien merece amor"
Foto de Rafi Pertez
"De tu nombre ya ni me acuerdo..." (the next)
A la memoria de tu nombre (………),
como te llames hoy, ayer, mañana,
al recuerdo de tu hacer,
cual mentira infame de promesa de amor,
de ignominia acumulada con los años,
a tu recuerdo cuando apareces con ropa
y yo te desnudo,
cuando dices no quiero y si quieres,
cuando te beso y me besas
y a la mañana siguiente me ignoras sin que,
según tu, ya no recuerdas nada, nada.
A tu recuerdo, hoy y siempre,
sobretodo a ti, el último, donde estés y con quien estés,
A la memoria de tu nombre
el hombre que no está aquí ahora
México D. F., 14 de agosto 2003
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