domingo, 8 de abril de 2012

EL SILENCIO DE LOS INCONCIENTES (crónicas de la gente bien)

 
 
“EL CUMPLEAÑOS DE GERARDO”
por Archi Peralta y Mara Fortes
Gerardo había reiniciado ya sus clases de piano con el Maestro Ermenger, cuando nuevamente tuvo que suspenderlos. Su cumpleaños número diecinueve estaba ya enfrente. Apenas quedaban unos cuantos días para organizar tan importante evento. Lo primero que hizo fue comunicárselo a su progenitora, la Sra. Cuquita Del Bosque Viuda de Burgos, Ex Primera Dama de la Nación (así se presentaba ella en sociedad y a quien no la conocía), quien además no perdía ocasión para celebrarles y recordarles a sus hijos lo importante y trascendente que resultaba llevar el apellido del ex –presidente Gerardo Burgos y todo lo que esto implicaba (of course): reuniones al más alto nivel, atención a la prensa, viajes, estudios en las mejores escuelas y con maestros particulares, nivel de vida, calidad de vida, autos, viajes al extranjero, moda, spas, gente bien, todo muycool, very nice, pero sobre todo (según palabras sabias de Cuquita), continuismo.

Sin embargo para Gerardo aquello resultaba “too much”. Recién había concluido sus estudios de preparatoria en el Tec. Su madre deseaba que estudiase Administración Pública en el ITAM o Derecho en Libre o lo que sea pero en la Panemricana o en la Ibero, ya que la educación orientada por religiosos era lo mejor, o si Gerardo lo prefiriese en alguna Universidad de los Estados Unidos (faltaba más). Para complacer a su madre, Jerry (para los amigos), ya se había matriculado para el próximo semestre en la Universidad Anáhuac en la carrera de Ciencias de la Comunicación (debe ser padre, decía el), pero por ahora, en estos momentos, o sea ahorita,  nada de pensar en estudios mayores. Mientras llegase el momento, Jerry decidió tomar clases particulares de  piano, y quien mejor que el Maestro Ernesto Ermenger, aunque organizar tu cumple es algo que amerita, ¿No?. Por eso había que organizar algo bien, con buen gusto y con muchos invitados, quizá quinientos o hasta mil. En fin. Lo primero que le vino a la mente fue comentarle a su amigo de toda la vida Luís Francisco Calderón (Paquirri para los cuates), quien por cierto ya había logrado, pese a su corta edad, una curul en la H. Cámara de Diputados, gracias también al empujoncito dado por su padre, el Senador Octavio Calderón, también Presidente del Partido Único del Cambio. A su amigo también le encantaban las fiestas, sobre todo las temáticas, todos sus cumpleaños habían tenido como sello particular un tema, como la del año pasado, que fue todo un suceso (según crónicas del Periódico Reforma en su sección Viernes Social y de las Revistas Caras y Quién). Para esta ocasión, ambos amigos coincidieron en organizar una fiesta típica y no dudaban en contactar a Ezquerro o a Alfredo Wattson para la música, aunque en opinión de la hermana de Jerry, la Barby Burgos, sería mejor contratar a Oscar Velásquez o Martín Parra o de plano un DJ con categoría internacional, ¿No?., todo era cuestión de… how much (¿Se imaginan que mezclara Carl Cox?), ¡Wooooooooooooo!

En eso estaban nuestros jóvenes amigos, atareadísimos. –Tú Barby te encargas de invitar, ¿No?, ya sabes, el círculo y niñas, muchas niñas, quiero una mega party con un super ambiente. Paquirri, te pido contactes la música y el lugar; se me ocurre El Versal, ¿No?, digo, está céntrico y todos lo conocen, ¿No?. Que no falte alcohol, chelas y de comida no se, algo ligero. No le vayan a decir nada a mamá, ya ven como se pone, va a querer organizar todo ella y es capaz de cualquier cosa, así que silencio, ¿No?.

Así empezaron los preparativos para la fiesta del siglo. Barby contrató los servicios de Wattson. Paquirri rentó el Versal y contrató la comida y el servicio a cargo de Fiesta Mexicana. Se había decidido organizar un fiesta tipo western, con antojitos y un look muy ad-hoc. Doña Cuquita empezó a sospechar de los preparativos de la fiesta debido a las constantes llamadas de los proveedores a la residencia Burgos e inmediatamente inquirió a Jerry y le reprochó el querer hacer las cosas solo y no como Dios manda. –Si tu padre viviera Jerry, si el estuviera con nosotros reprobaría tu actitud de enfrentare conmigo, con los nuestros, con nuestro grupo, con tu familia. ¿En qué fallamos Jerry?. Mira, hijo, ¿Te imaginas una fiesta con todos los Burgos?, los de Puebla, los de Jalisco, los de Nuevo León. Tus tíos de Lousiana, los de Mérida…tu tía Bertha…tus primas Jerry, son de tu edad y míralas, ambas ya se recibieron y aspiran la continuidad del apellido. No se, no te pido que te involucres ya en la política, quizá es muy temprano para ti hijo, pero algún día, no se, tu y tu hermano Danilo deben seguir los pasos de tu padre que en paz descanse Jerry. Tu futuro está en la política, tu futuro es la grandeza, es ser como tu padre, quien defendió al país del enemigo y murió fiel al partido y a México. ¡Que no se te olvide Jerry, que no te olvide de una vez por todas!.

México D. F. noviembre del 2005

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